Yo no he elegido quererte, ni que seas la razón de mi existencia. Tampoco elegí tu risa, ni que me mires así, con esos ojos que me lo dan todo. No he elegido temblar y ponerme nerviosa cada vez que hablan de ti, ni que cada suspiro que doy sea por y para tí. No he elegido tampoco los abrazos, ni las sonrisas, ni desear besarte a cada segundo. No he elegido necesitar tus abrazos ni echar de menos tus tonterías, No he elegido ser la más feliz del mundo porque simplemente existes, ni tampoco ser la envidia de muchas personas que sueñan con encontrar a alguien como tú. Que tampoco elegí el día, ni el mes en el que apareciste. No elegí siquiera pensar en ti cada instante. Pero también quiero que sepas algo, y es que si pudiera haber elegido, hubiera sido vivir todo esto muchísimo antes